domingo, 12 de noviembre de 1995

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber

En este día, Jesús comunicó otro mensaje destinado a todos los sacerdotes:

Diles a mis hijas que Yo moro en esta morada con gran placer. Deseo difundir la noticia de la venida de Mi Madre para el 12 de diciembre en Itapiranga. Quiero que tú y tu madre anoten todo lo que Yo y Mi Madre estamos manifestando a ustedes, y que sea transmitido a Mi siervo que te envié para que te ilumine y guíe con respecto a esta obra, que estamos haciendo aquí en Manaus y en Itapiranga.

Mantente siempre en contacto con él y transmítele lo que te pediré de ahora en adelante, sin excluir nada, pero transmitiendo todo con gran atención y fidelidad. Mi Madre y Yo te bendecimos, así como a todos aquellos que estén dispuestos a colaborar en esta obra. Oren más por tu obispo y por el siervo que Mi Madre ha nombrado como director espiritual.

Debes mantenerte siempre en contacto con él también. Dile que Mi Corazón exulta de alegría al ver que está trabajando en esta obra aquí en Amazonas. Dile que Mis manos están sobre él y que todo lo que estoy logrando aquí se cumplirá en su debido tiempo. Todo lo que Yo y Mi Madre iniciamos siempre se cumplirá en su debido propósito y tiempo. Oren por los sacerdotes y por todos aquellos que están trabajando para difundir mis mensajes que nos comunicamos a ustedes.

Vengo a derramar Mi luz y Mi paz en el Amazonas. Deseo ayudar a Mis amados hijos en su arduo trabajo de evangelización. Sé lo duro que han luchado para llevar Mi palabra a todas las personas y lo difícil que es su obra apostólica, así que les digo: no sean impacientes y no pierdan la esperanza. Estoy a tu lado para ayudarte.

Yo y Mi Madre estamos aquí con los brazos abiertos para dar la bienvenida a todos a Nuestros Sagrados Corazones. Mi Madre y Yo los amamos y estamos siempre con ustedes en cualquier tribulación, incluso la más pequeña.

No se desanimen. Tengan coraje. Vivan en la paz de Mi Sagrado Corazón y en la paz del Inmaculado Corazón de Mi Madre. Difundan Mi imagen y Mi paz entre los jóvenes. Que la juventud vea en ustedes Mi Rostro.

Sean el reflejo de Mi Imagen. Han recibido una gran misión, la misión de ser mensajeros de la paz de Dios, de la Palabra Viva de Dios. Oren más como verdaderos apóstoles de Mi Iglesia. Sean firmes en su vocación. Unanse a su Obispo y ayúdenlo con sus oraciones y con su amor filial. No lo abandonen, sino obedézcanlo como hijos obedientes al Padre de la familia.

Estaría muy feliz si todos ustedes vivieran como una verdadera familia cristiana, unidos en sus fundamentos. Que no haya división entre ustedes, sino unidad. Yo, Nuestro Señor Jesucristo, bendigo a Mis amados hijos y especialmente a todos los obispos, junto con Mis amados entre ellos, el Papa Juan Pablo II: en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén. ¡Nos vemos pronto!